Jujuy es toda celeste y blanco. Gimnasia y Esgrima aulló fuerte en el estadio “23 de Agosto” y, con una actuación que destiló solidez y buen fútbol, derrotó a su homónimo de Mendoza por 2 a 0, con goles anotados por Cristian Menéndez y Francisco Molina.

De esta manera, el elenco jujeño se posicionó como nuevo líder de la Zona B de la Primera Nacional con 25 unidades, desplazando a su rival de turno, que ahora lo escolta con 24 puntos.

El equipo conducido por Matías Módolo volvió a demostrar un rendimiento en franco ascenso, exhibiendo un crecimiento colectivo que ilusiona a su ferviente hinchada.

La clave de este presente, radica en el funcionamiento integrado de sus líneas, donde la defensa se muestra sólida, el mediocampo creativo y la delantera contundente.

Con estas armas, Gimnasia maniató al conjunto mendocino que sólo pudo hilvanar una combinación de riesgo contra el arco defendido por Milton Álvarez en largos 98 minutos de juego.

El triunfo tuvo un alto costo, pagado con las salidas de Guillermo Cosaro y Daniel Juárez, con el agregado de Sebastián Sánchez por expulsión.

Un factor fundamental en este envión anímico y futbolístico es el incondicional apoyo de los jujeños, quienes poblaron las tribunas del “23 de Agosto”. Identificados plenamente con el proyecto de Módolo, los aficionados celebraron cada avance y cada recuperación de un equipo que combina la experiencia de jugadores curtidos en mil batallas con el talento fresco de las jóvenes figuras formadas en la cantera albiceleste.

Gimnasia de Jujuy expresa una línea futbolística colectiva, donde el esfuerzo y la sincronización son los pilares fundamentales.

Esta identidad de juego alimenta una fundada ilusión en la hinchada jujeña, que fecha tras fecha ve a su equipo evolucionar y consolidarse como un serio contendiente, tanto en Jujuy, como fuera de la provincia.

El “Lobo” está en la cima y su andar invita a soñar con un futuro aún más brillante.